Las palabras y conceptos cuando se repiten hasta la saciedad y con escaso significado para uno mismo pierden su razón de ser.
Cuántas veces oímos… que no escuchamos al cabo del día… Propuestas de Valor, Valor añadido, valores en la organización…
Y SI… reflexionamos y nos concedemos un tiempo para extraer alguna verdad significativa para nosotros mismos.
Y SI… el valor añadido de los negocios no fuera simplemente el de transformar los recursos o materias primas en productos o servicios, sino que también agregáramos valor a la vida de los colaboradores, a los clientes y a la comunidad en general.
Y SI.. añadiéramos a esa ecuación las generaciones futuras, incluso la Tierra en dónde vivimos.
Las ganancias sólo son una parte del resultado de esa ecuación.
Y SI… contemplamos igualmente valores fundamentales como el Respeto, la Compasión, La Justicia La Felicidad o el Bienestar, …?
Se nos llena la boca al hablar de propuestas de valor que en general suponen establecer un mayor margen de beneficio sobre un «producto o servicio ya existente pero contemplado desde otra óptica».
Quizás deberíamos contemplar el mundo y las personas que habitamos en el con otra Visión: el lucro no es el objetivo número UNO de las organizaciones.
Si la mayoría de las personas en pequeño comité está de acuerdo, entonces ¿Por qué no lo hacemos realidad?
Quizás no hay que buscar una respuesta grandilocuente, sino simplemente algo muy sencillo:
¿Qué vas a hacer hoy para que el mundo sea un poco mejor?
Ese es tu Servicio o como yo lo llamo: Tu Promesa de Valor!
A qué esperas!