Los 3 Sabores de la energía del vacío
El vacío paradójicamente admite multitud de formas… o deberíamos decir modificaciones.
Se me ocurren 3 que las he llamado: Dulces, Saladas y Picantes.
Las Dulces… imagina el agua, el café… y ahora vas echando azúcar… ¿Dónde va a parar?… se disuelve hasta un punto… de saturación en esa “matriz” del agua.
Ahora en vez de azúcar pregúntate ¿Qué estoy echando a mi vida para llenar ese vacío existencial?… una relación?… los hijos?… alguien a quien pretendes ayudar?
Saladas … La mente la llenamos continuamente de ideas, opiniones, creencias, juicios, ya sea para tener razón, demostrar lo que sabemos o justificar ciertos comportamientos.
Picantes…esas actividades de escape, ese quehacer diario que nos aporta una falsa sensación de seguridad y a la que dedicamos la mayor parte de nuestra vida. También aquellas que suponen una descarga de adrenalina que aparenta sentirnos más vivos por unos instantes.
Una vez reconocidos estos sabores del vacío quizás podamos aproximarnos a ese Vacío del que hablaba Buda y que es la auténtica realidad o sunya.