LIDERAR con cuerpo y Alma
Hace ya bastantes años en un solitario peregrinaje por los más antiguos monasterios budistas, cerca de los Himalayas en busca de respuestas a esas preguntas que dan sentido a nuestra existencia tuve la suerte o sincronicidad de topar con un monje que sorprendido por las preguntas y la distancia de mi procedencia me contesto:
Cómo voy a dar respuesta a tus preguntas en 10 minutos, cuando yo llevo más de 30 años meditando sobre ellas. Como corolario me sugirió que las buscase en mi mismo y que no hacía falta irse tan lejos, que cada tradición puede ser fuente inspiradora igualmente de respuestas.
Como vio que sus respuestas parecían dejarme un tanto frío, me regalo una receta para saber dónde estaba en cuanto a ese nivel de conciencia por el que parecía interesarme.
La receta fue la siguiente:
Mira, me dijo, existen de manera simplificada 4 niveles de conciencia en el ser humano.
Primer Nivel: Aquellas personas que sólo piensan y actúan por y para ellas mismas, en su propio beneficio. Yo, mi, para mí, conmigo.
Segundo Nivel: Aquellas que dan para recibir algo a cambio. Una transacción.
Tercer Nivel: Son esas personas que se ofrecen y dan a los demás y disfrutan por la compensación de haberlo hecho, esperan ese fruto de la acción.
Cuarto y último nivel: Las que Sirven con sus Talentos de forma desinteresada y sin esperar nada a cambio. Están comprometidos con un Servicio a la Humanidad y eso es lo primero. Aquí comienza el LIDERAZGO del Alma.
Tras la receta el monje se me quedo mirando con una sonrisa y me dijo: por tu expresión deduzco que ya has encontrado la respuesta de cuál es tu lugar en este momento.
Le di lo mejor que pude las gracias y continué con mi camino, eso si, reconfortado y con una mayor dosis de humildad.
Ahora te hago a ti que has llegado hasta aquí, la pregunta: Y tú, ¿dónde estás?
No hace falta que me respondas a mí, pero sí que es recomendable que respondas a Tu Llamado. A esas campanas que resuenan en tu Interior.
Hablamos mucho de Cambio en la Sociedad, en el mundo… cuando cambiemos nosotros inevitablemente el mundo cambiará, expresará simplemente lo que somos nosotros.